No tardes, porque tu Madre
no vive sin verte cerca,
y la estoy viendo en alerta
con los puños en encuadre
mientras la puerta entreabre
buscándote por Triana,
que aunque parezca una anciana,
le sobra genio y figura
“pa” defender tu Guapura
¡menuda es Señá Sant’Ana!
No tardes, porque Pureza
se quedará sin su Guía,
y la gente desvaría
sin saber como se reza,
y envuelto por la tristeza
de no tenerte a su lado
hasta el río atolondrado
le preguntará a los puentes
¿qué le pasa a mi corriente
que hoy en Betis no ha parado?
No tardes, porque el color
del cielo se nos apaga,
y las flores de la Cava
se mustian sin el calor
y el moreno embriagador
de tu profunda mirada;
que ya están acostumbradas
a que seas su Jardinera
y en tu ausencia desesperan
esperando ser regadas.
No tardes, porque Triana
contando los días se queda,
y soñando que suceda
tu vuelta en una semana
no encuentra mejor peana
que un Altozano de Salves,
y que tus ojos la guarden
a ella y todos sus hijos
por los siglos de los siglos…
No tardes, Madre, no tardes.
Texto : Lacava desdelacava.blog
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