martes, 17 de julio de 2007

Riada de Esperanza.






Alborotada despierta

Triana por la mañana

con redoble de tambores

y riada de Esperanza
que se adentra por el puente

cubierta de capas blancas.


Un caballo en su galope

al que Calamar le llaman

con centurión a su grupa

con plumas llenas de gracia

le abre paso a Jesucristo

entre el gentío que lo aclama.


Y San Jacinto se llena

al igual que “toa” la Cava

de rostros llenos de arrugas

y de cabellos con canas

de trianeros del exilio

que a la cita nunca faltan.


La cofradía se recrea

entre vítores y palmas

que despiertan los recuerdos

de corrales de albahaca

entre olor a calentitos

y copitas de Cazalla.


¡Otra vez es Viernes Santo!

¡Otra vez despuntó el alba!

¡Otra vez se cumplió el rito!

¡Otra vez con la Esperanza!

¡Otra vez gracias Dios mío!

¡Otra vez viva Triana!



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