Alborotada despierta
Triana por la mañana
con redoble de tambores
y riada de Esperanza
que se adentra por el puente
cubierta de capas blancas.
Un caballo en su galope
al que Calamar le llaman
con centurión a su grupa
con plumas llenas de gracia
le abre paso a Jesucristo
entre el gentío que lo aclama.
Y San Jacinto se llena
al igual que “toa” la Cava
de rostros llenos de arrugas
y de cabellos con canas
de trianeros del exilio
que a la cita nunca faltan.
La cofradía se recrea
entre vítores y palmas
que despiertan los recuerdos
de corrales de albahaca
entre olor a calentitos
y copitas de Cazalla.
¡Otra vez es Viernes Santo!
¡Otra vez despuntó el alba!
¡Otra vez se cumplió el rito!
¡Otra vez con la Esperanza!
¡Otra vez gracias Dios mío!
¡Otra vez viva Triana!
(Lacava) http://desdelacava.blogspot.com/
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