jueves, 1 de octubre de 2009

Solo con su Dulce Nombre.
























¿Para qué quieres Tú el sol?
¿para qué luz de la tarde?
si eres Tú quien ilumina
a Sevilla en sus esquinas
inundándolas de Salves.

¿Para qué ponerte palio?
¿para qué doce varales?
si el mismo cielo se enoja
y la noche busca loca
tus perfiles celestiales.

¿Para qué flor en tu paso?
¿para qué mano del hombre?
si te sobra todo atrezo,
mi Rosa de San Lorenzo:
María del Dulce Nombre.


(versos de Lacava.)


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